domingo, 11 de marzo de 2007

Reflexiones de un pajera

Todo el tiempo me sorprendo y emociono con conductas inexplicables que tenemos hombres y mujeres. Desde hace un buen tiempo estoy compenetrada con un blog que se llama Historial de un pajero" "Bitácora de los 40 dias de abstinencia de un pajero potencialmente psicópata adicto al vicio de la masturbación"

Su dueño dedica todos los posts a contar cómo se masturba, cuántas corridas se hizo en el día, cuánta pornografía consume, etc. Se fija metas, y por ejemplo, se propone no “volar la cometa” durante cuarenta días. El tipo está convencido de que tiene una enfermedad porque no puede dejar de “acariciar el pajarraco”. En su perfil, cuenta que su nombre es Manolo Belludo, es limeño, su novia se llama “Manuela” y vive en el complejo habitacional “El gran pajaten”.


El blog me hace cagar de risa, me gusta cómo está escrito, no sé, tiene algo atractivo. Además, al costado, tiene un pequeño receptor de mensajes, y cuando lo veo me sale una persona foránea de adentro y le dejo mensajes al estilo “Órale, jeropa, sigue escribiendo, estoy orgullosa de ti". Soy una de las que le postea más mensajes.



“Historial de un pajero” tiene muy pocos fans, quizás unos cuatro que lo siguen con fidelidad. Lo he recomendado, pero a nadie que conozco le ha gustado. Me dicen que no tiene gracia, que les parece tonto.


Aunque le he dejado varios comentarios, y le doy mucho aliento, NUNCA recibí una visita de él, mucho menos un comentario. Y a mi eso no me importa en absoluto, me sigo declarando su fan.


Hay pocos blogs que me provoca volver a visitar. Hay muchos que visito porque casi que me encariñé con sus dueños. Pero los me interesan de verdad, son muy pocos. El blog del pajero es uno de ellos. Y no logro entender el porqué de mis extrañas inclinaciones.