
Hace poco apareció el Museo de las relaciones rotas, brokenships.com, donde el visitante puede llevar algún recuerdo de su relación fracasada y dejarlo en exhibición. El museo está en Zabreg, pero ha hecho alguna gira por varios países y tuvo éxito. Parece que recibe desde ositos de peluche, un vestido de novia de Italia, cartas y fotos, hasta un cálculo procedente de la vesícula biliar de un esloveno que lo consideró consecuencia y recuerdo de una relación dolorosa y apasionada.
"El primer impulso es destruir o tirar todo lo que os recuerde una experiencia a veces dolorosa y traumática. Pocas veces somos conscientes de que, en realidad, estamos destruyendo testimonios de unos hermosos momentos emocionales", explicó Olinda Vistica, la creadora del museo.
No sólo eso: además, en Pereira, una ciudad del eje cafetero colombiano, se celebra todos los años el Encuentro Nacional de Despechados. Dura dos días y en ellos la gente canta canciones tristes, llora, escribe y lee cartas melancólicas. Por supuesto, no falta el aguardiente.