viernes, 8 de junio de 2007

Egoísta tú

Alguien me dijo que el Mal de Amores era un sufrimiento egoísta, que no tenía asidero con la realidad. Me recordó que en la época del Romanticismo, los miembros de la alta alcurnia se empolvaban la cara y se pintaban ojeras para parecer enfermos, alienados, enamorados. El Mal de amores, en ésa época, estaba de moda, quedaba chic sufrirlo. Esa misma persona admitió que se pude surfrir por un amor no correspondido, pero que la mejor manera de combatirlo es cultivar el amor desinteresado, meterse en obras de beneficencia, ayudar al prójimo. “Andá a un hospital de niños con cáncer y vas a ver como del Mal de Amores no queda nada”, sentenció.